Una ceremonia religiosa en la iglesia parroquial oficiada por Florentino Vaquerizo abrió una emotiva jornada para Ricardo Díez, quien en todo momento estuvo arropado por su familia (sus hijos Ricardo, Peña, y Laura; y sus nietos Jaime, Sergio, Ana y Sofía). Durante el oficio actuó el grupo folclórico 'Calderón de la Barça', cerrando la misa Los Dulzaineros Castellanos, entre los que se encuentra su hijo Ricardo, con la Salve.
Finalizada la ceremonia, el alcalde, acompañado de las aproximadamente 200 personas que habían abarrotado el templo, se dirigieron a pie por la calle que lleva precisamente su nombre hasta la plaza de los pintores Tur y Amador.
En esa plaza, donde se encuentra el Ayuntamiento inaugurado hace algunos años por el consejero de Fomento Antonio Silván, se celebró el acto oficial.
Tras la lectura del acuerdo por la secretaria municipal, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, entregó a Ricardo Díez la insignia de oro y brillantes. Ambos se encontraban en la mesa presidencial, junto a la esposa de Ricardo, Rufina Velasco Bernal, y sus concejales Enrique Arribas, Gregorio Velasco, Igor Montero y José Antonio Matesanz.
Entre los asistentes, el vicepresidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, y los diputados provinciales José Antonio Sanz, José Luis Sanz Merino y José Carlos Monsalve; el senador Juan Ramón Represa; los alcaldes de Barbolla, Fresno la Fuente, El Sotillo, Santo Tomé del Puerto, Santa Marta del Cerro, Prádena y Navares de las Cuevas; y el expresidente de Caja Segovia, Rafael Encinas, cuyo padre, José Encinas, siendo presidente de la Diputación, se encargó de llevar el agua a Castillejo de Mesleón, según recordó después en su intervención Ricardo Díez.
Y es que mucho ha cambiado el mundo y Castillejo desde que Ricardo accedió a la Alcaldía por el fallecimiento del entonces alcalde. "La misa posiblemente entonces era de espaldas y en latín", había comentado el párroco durante la misa.
La Asociación el Castillo, que preside su hija María Peña, quiso también entregar una placa al alcalde homenajeado; lo mismo que una asociación de pelota de Madrid, pues hace 25 años que en Castillejo se celebra un gran certamen de ese deporte.
Fue entonces cuando hubo un reconocimiento para la esposa de Ricardo, Rufina. El teniente alcalde
Enrique Arribas le entregó una placa y el concejal Gregorio Velasco un gran ramo de flores, quien recordaba que "detrás de un gran hombre, hay siempre una gran mujer".
Habló entonces Ricardo Díez, quien aguantó el tipo pese a la emoción de la jornada. Agradeció su presencia a todos y tuvo un recuerdo muy entrañable para su padre, "el tío Camacho", quien ayudaba a todo el mundo, y de esa enseñanza surgió su vocación de servicio público.
El alcalde apuntó algunos de sus logros durante estos cincuenta años, sobre todo al principio, como "el agua, la luz o el saneamiento".
Díez aseguró que sus concejales siempre "han tenido un comportamiento ejemplar", y agradeció la colaboración que siempre le han prestado la Asociación el Castillo y un grupo de personas para las fiestas.
Por último, intervino el presidente de la Diputación, quien recordó que una cuarta parte de los 200 años de vida de la institución provincial Ricardo ha sido alcalde de Castillejo, en cuyo mandato ha conocido a doce presidentes distintos. "Cuento esto para que veáis la trascendencia de su logro"
Vázquez, quien dijo llevar hoy corbata morada como representante de todos los alcaldes de la provincia, recordó que Ricardo tiene ya la medalla de oro de la provincia, que se le concedió cuando cumplió 25 años. "Como no tenemos previsto nada para quien llega a los cincuenta años, he decidido regalarle la medalla que me entregaron a mí cuando fui nombrado diputado provincial", concluyó
El grupo de Barajas cerró el acto con su actuación, a la que siguió un vino español en los bajos del Ayuntamiento y una comida en Sotos de Sepúlveda.